Cerca del 20% de los estudiantes de preparatoria en México son víctimas de violencia física por parte de sus compañeros. Es un problema grave y aunque la Ley señala que las escuelas no pueden negar el derecho a la educación de los jóvenes, esto no significa que no haya consecuencias para los agresores.
Casi todos los planteles de instituciones de educación media superior o bachillerato tienen un reglamento propio, a diferencia de las escuelas públicas de educación básica como preescolar, primaria y secundaria, en los que se rigen por un Marco de Convivencia más estandarizado.
Poe ejemplo, en el reglamento del CONALEP, los alumnos que cometan actos graves de conducta, como es el caso de golpear a un compañero, sí serán dados de baja de manera definitiva del plantel y de la institución completa. Es decir, no podrán inscribirse a otro CONALEP.
Lo mismo ocurre en el Colegio de Bachilleres, en donde las indisciplinas serán investigadas y si se considera que se cometió un acto que puso en riesgo la integra de un alumno, el responsable será dado de baja definitiva.
La expulsión de los alumnos agresivos también se contempla en las escuelas preparatorias del Estado de México, en los planteles del DGETI y CBTIS, así como en el caso del IEMS.
Las escuelas de la ENP o Prepa UNAM y CCH UNAM van un poco más allá, pues además de dar de baja definitiva a los alumnos que agreden a sus compañeros, los expulsan por completo de la UNAM, por lo que no podrán cursar una carrera universitaria en cualquiera de sus facultades. Una situación similar ocurre en las Vocacionales del IPN.
Alumnos agresores sí pueden ir al Reformatorio o a la cárcel, dependiendo la edad
Las agresiones físicas dentro o fuera de la escuela también pueden ser sancionadas penalmente. Dependiendo la gravedad de los daños y de la edad del golpeador, se le puede enviar a un Centro de Internamiento de Menores, conocidos popularmente como Reformatorios o Tutelares; o bien, a un Centro de Reclusión.
Para que esto ocurra, los familiares de la víctima deben hacer una denuncia formal ante el Ministerio Público o Fiscalías especializadas para que se abra una investigación y un juicio.
El tiempo de prisión varía mucho de acuerdo al daño provocado por los golpes. Por ejemplo, si las lesiones no son graves, de acuerdo al Código Penal Federal, pueden darse entre tres y ocho meses de prisión.
Pero si los golpes provocan cicatrices permanentes en el rostro, causan daños incurables o que pongan en riesgo la vida de la víctima, las sanciones pueden ir de 3 a 6 años de prisión.
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